Hace un tiempo publiqué un post presentándoles a dos artistas plásticos
una de las propuestas que podemos hacer con sus obras es la lectura de imágenes, que es el proceso de mirar con intención. Podemos decir,
entonces, que implica apreciar y analizar una pintura, un paisaje o un retrato. Es
observar una fotografía o analizar los diversos diseños de un tapiz, conocer los distintos
colores que conforman el cielo o la variedad de formas de las hojas o las texturas y los
colores de los troncos de cada árbol. En este sentido, comunicar estas impresiones no es
solo informar, sino también hacer participar, poner en común lo que antes era particular
y aislado.
La observación reflexiva de imágenes ayuda a los niños a ampliar sus imágenes interiores,
a las que se remitirán para armar su propia imagen.